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domingo, febrero 19, 2006

Humildad...


Uno no puede Amar sin ser humilde, por q la Verdad, es que el Amor es una Respuesta, una respuesta al Amor de Dios, y para ello requerimos sabernos necesitados, necesitamos sentirnos pequeños, saber que sin Dios no somos nada, sabernos Amados por el Amor infinito de la Santisima Trinidad, solo asi, en esa humildad podremos decir "Fiat!" SI, confio, hagase tu voluntad, solo en esa entrega encontramos la fuerza y la valentia para enfrentarnos a la vida y sus pruebas de amor.

Increiblemente, ahi en esa humildad de aquel que se sabe necesitado, es donde encontramos la mas grande de las fuerzas.. (y la mas grande de las alegrias) por que cuando aceptamos y dejamos entrar el Amor y la Gracia de Dios, cuando bajamos la guardia ante Dios, El nos eleva y nos repleta el corazón de fuego.

No existe mayor fuerza que cuando somos debiles en el amor... la Santidad es una resolución, el valiente acto de doblegar de una vez y para siempre la propia voluntad al amor de Dios, que es su voluntad.... AUN, en las dificultades, AUN en las pruebas... por que en toda humildad y verdad sabemos que somos pequeños en los brazos de Dios y que aun antes de haber dado el primero de nuestros respiros, ya estabamos en deuda eterna con nuestro Señor una deuda que no podremos pagar jamás.... Siempre Fieles! Gracias DIOS!

La Humildad nos permite entender y poseer la verdadera fuerza del amor...
nos permite acojer el amor de Dios con Fe, y nos permite amar con esperanza...
en la fidelidad de saber que el amor de Dios es eterno, e inmutable...
de saber que la bondad, la entrega, la rectitud, el cariño, la ternura, la sencilles son mas fuertes
que todos los poderes del mundo...

Saber que ser Santo no es ser tonto... por que el Santo no se doblega JAMAS! ante el pecado, ante la tentación, ante el MAL.. solo se arrodilla para orar y reconocerse necesitado de Dios...
pero ¿si la voluntad de Dios es que amemos, y que cuidemos aquello que pone a nuestro cargo, como podremos pues lograrlo si no aceptamos el fuego del Espiritu Santo en nuestro corazón?

La humildad de nuestra Madre le permitio acojer la Voluntad de Dios con todo el corazón, con fidelidad y confianza, pero precisamente ello fue lo que la lleno de un Amor tal, de un amor tan fuerte que fue capaz de entregar a su propio hijo, y de presenciar su sacrificio con entereza y firmeza aun en el mas grande sufrimiento, de pie, al pie de la Cruz.
Carlos Bartolomè Santos

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