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domingo, noviembre 13, 2005

¿Que significa el Matrimonio?

“Supremo Amor Espiritual”, porque si aman a Dios aun más que el uno al otro y lo obedecen, su matrimonio marchará majestuosamente a través de los campos del tiempo hasta su momento culminante en la Sima del Triunfo, sostenido en todo instante por el amor poderoso de Dios el cual penetra, enriquece y fortalece providencialmente toda unión cristiana.

“El Deseo Ardiente de Salvación y de Vida Eterna”, porque si este “Deseo” se impone en su mente y alma sobre todos los demás deseos materiales y temporales, y las demás esperanzas e ilusiones, estarán fuertemente motivados a preservar la entereza de su matrimonio hasta la muerte, sabiendo que de ello depende el cumplimiento de esta meta para sus almas, de este “Deseo” más grande y ferviente de su corazón.

“Fidelidad”, porque su fidelidad emocional, mental, conyugal y espiritual el uno para con el otro es vital para la permanencia de su matrimonio. La “fidelidad de Dios” (Romanos 3:3) es inmutable. Asimismo debe ser la suya en todo lo concerniente a su matrimonio.

“Resistencia y Persistencia”, porque el amor verdadero entre esposos cristianos “todo lo soporta” (1 Corintios 13:7). Sobrelleva los gustos, las opiniones y los criterios contrarios, las rencillas pequeñas y grandes, los agravios, el cansancio, el aburrimiento, el estrés creado por trabajos, hijos, padres, suegros y amigos y aun los defectos de carácter. Resiste toda prueba. Persiste y vence. Aguanta, sufre y lucha para corregir lo deficiente, mejorar y perfeccionar.

“Perdón”, porque el amor verdadero está muy presto a perdonar, sabio acto de humillación personal que hace factible la continua renovación del matrimonio. El verdadero amor “no guarda rencor” (1 Corintios 13:5) sino que perdona prontamente, sabiendo que el rencor corroe poco a poco las ligaduras matrimoniales hasta destruirlas. Cuando ocurre la ofensa o el enajenamiento, la pareja madura invoca y aplica enseguida el adagio popular “Borrón y cuenta nueva”. Renuevan su compromiso matrimonial.

“Pureza”, porque el amor verdadero “no hace nada indebido” (1 Corintios 13:5). Es moralmente responsable, irreprochable, sin mácula, sin pecado y santo. “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla” (Hebreos 13:4).

“Paciencia”, porque esta virtud divina es tan indispensable para un matrimonio feliz y perdurable como para alcanzar la vida eterna. “Tened también vosotros paciencia (el uno para con el otro en toda circunstancia de la vida), y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” (Santiago 5:8 ). El amor verdadero “no se irrita” (1 Corintios 13:5) y es “tardo para airarse” (Santiago 1:19) porque es paciente.

Desde luego, hay muchos otros, tales como la “Cortesía”, la “Comunicación libre y adecuada” entre la pareja, el “Mutuo Respeto”, la “Compasión” y el “Cumplimiento del Deber Conyugal”, pero el más importante de todos es el que mencionamos ahora: el “AMOR SINCERO”. Este amor lo describe el Espíritu Santo como el “vínculo perfecto”; recalcamos: el “vínculo perfecto”. Dice: “Y sobre todas estas cosas vestíos de AMOR, que es el vínculo perfecto” (Colosenses 3:14).

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