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viernes, agosto 26, 2005

El Sacerdote y el Surfista Ateo

Hace poco, en una playa de México, por la riviera Maya, un viejo sacerdote estaba sentado en la arena de la playa, mirando a través del rojizo cielo y el inmenso mar, mientras el sol se escondía. El Sacerdote disfrutaba la belleza de la creación de Dios mientras un joven con una tabla de surf iba pasando por ahí. Este se detuvo enfrente del sacerdote y le dijo.

“¿Hey viejo, es usted un sacerdote?”

“¿Acaso la Biblia entre mis manos me delato?” sonríe diciendo el viejo.

“Si, que haces que te tiene tan distraído, ¿te sientes mal?”

“No, solo estoy aquí disfrutando la increíble belleza de la creación de Dios”

“¿Dios?” sonríe el surfista. “Dios no existe!”

El Sacerdote moviendo la cabeza dice: “¿Vendrás a surfear mañana por esta misma hora?”

“Si claro, ¿por que?”

“Quiero traerte algo para mostrártelo”

“Cool, entonces nos vemos aquí mañana padrecito”

El siguiente día estaba el Sacerdote sentado en el mismo lugar de la playa, cuando el joven surfista apareció. El Sacerdote golpea la arena en ademán, para que el joven se siente junto a el. El joven se sienta, y el padre – luego de un suspiro – voltea a ver al joven en los ojos y le dice “Aquí esta lo que quería mostrarte”. En eso desenvuelve de un gran manto, una hermosa pintura, que se devela después de cuidadosamente separarla de su envoltura.




El joven con expresión de gusto y maravilla exclama: “Asombroso, ¿Quién lo pinto?”

“Nadie”, contesta con una leve sonrisa el sacerdote.

El joven le replica: “Eso es estupido, alguien tuvo que pintarlo, eso no solamente paso, o se pinto solo”

El Padre con un tono serio apunta hacia el ocaso y exclama....:

“Tampoco eso”.

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